Cada día, por la mañana, nuestras puertas se abren -primero y muy temprano- a nuestros proveedores. Traen calabazas, manzanas, tomates orgánicos, aceite de oliva (el bueno), huevos frescos, leche y, cada tres o cuatro días, café. Además de otras materias primas que garantizan la puesta en marcha para empezar el día con los primeros clientes.
Somos nosotros quienes lo recibimos, personas que estudiamos y probamos cada producto que nuestros consumidores miran en nuestras cartas. Hacemos y producimos todo aquí, y tenemos mucho orgullo de decir que toda nuestra repostería es casera.
Nos obsesiona intentar llevar a nuestras mesas el alma y el conocimiento tradicional del campo, hecho con sencillez y gran maestría. Nuestros platos. Y, por supuesto, nuestros cafés.
Trabajamos con nuestra materia prima de manera muy efectiva, entendiendo que así entregaremos la mejor versión de cada ingrediente en productos excelentes y de alta calidad.
Compruébalo cuando visites nuestra ubicación en Madrid.